William Ospina es un escritor innato. Sus facultades se vislumbran cada vez que uno de sus libros es publicado. A diferencia de muchos que escriben poco, éste se caracteriza por escribir entre cuatro y tres libros llenos de ensayos por año. Además de ello, últimamente ha dejado leer sus poemas, en los cuales se nota el gran sentido que para el autor tienen, la naturaleza y la universalidad.
Conocedor exiguo de la obra de Borges y Márquez, tanto así que fue el primer autor en leer “Vivir para contarlo” de Gabo, antes de su publicación, fuera de eso es un amante de esas literaturas que para muchos son extrañas e incluso recónditas, entre líneas citadas, se remite a autores que rara vez se nombran por otros escritores.
Qué increíble capacidad la de este autor para abordar sus escritos, y qué fascinante creación la de ellos mismos a su vez. Desde hace un tiempo son publicados sus ensayos en la revista “Cromos”. Allí promueve ideas que estimulan la reflexión, de muchas personas seguidoras de su obra, con respecto a infinidad de temas.
Su imaginación, al igual, que su creación no tienen limites. A esto se le atribuye su inmensa capacidad de producción literaria, algunos adeptos a sus ideas y a sus escritos, aseguramos con certeza y seguridad, que allí en esos bellos relatos, esta el que en unos años será, el nuevo Nóbel para la literatura colombiana.
En sus libros, deja ver esa inclinación y esa admiración que tiene por la cultura oriental, pareciera como si en sus ideas valiera más esa misticidad propia de dicha cultura, que a los occidentales nos parece tan confusa y extrema, que la misma civilización a la cual pertenece. Es por ello que sus ideas son fuertemente cuestionadas, motivo por el cual lo han rotulado como soñador e idealista.
Sus ensayos se acompañan, por nombres y fechas concretas, elementos que otros escritores no abarcan con tal facilidad, por ejemplo, menciona con exactitud los nombres de todas las tribus americanas antes del descubrimiento, incluso se remite a los nombres de algunos de sus caciques, así como a los nombres de esos primeros cronistas que la España trajo a cuestas en momentos de la colonización; de igual manera lo hace con las cruzadas, de ellas menciona las rutas y los siglos precisos. “ello en distintos ensayos, -la cruz y la media luna- y -la conquista-”
Como si esto fuera poco, es uno de los pocos que realiza análisis poéticos tan precisos y valederos, tanto así que en ”el llamado de la tierra” uno de los ensayos publicados en “la herida en la piel de la diosa”, se atrevió a descifrar poemas de José Manuel Arango, un poeta al que describe, como un escritor que no vino a satisfacer ningún publico, pero que si lo hizo para enriquecer el lenguaje.
miércoles, 9 de junio de 2010
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